La diferencia de tecnología domótica e inmótica

La diferencia de tecnología domótica e inmótica

12 Octubre 2020

Es importante que conozcamos las diferencias entre la tecnología domótica y la inmótica de una casa inteligente. Estas dos formas de entender el mundo de la vivienda está revolucionando los hogares. En términos generales, entendemos que la domótica es la instalación de sistemas inteligentes en una vivienda o edificio, que puede ser común o propiedad familiar. Mientras, la inmótica es este mismo procedimiento, pero a gran escala y en edificios de mucha más envergadura como hoteles, edificios laborales u hospitales.

Ventajas de la tecnología domótica e inmótica

Lo más básico que tenemos que entender es que las instalaciones de sistemas inteligentes a día de hoy son clave para el desarrollo humano. No hay forma de entender las nuevas arquitecturas sin tener en cuenta estos mecanismos de última generación. Sin embargo, como en todos los campos, la ciencia tecnológica se especializa y avanza a diferente ritmo y enfocándose en distintos usos. En este sentido, podemos comprender que la domótica se centra en el hogar de uso privado y particular, mientras que la inmótica en lo masivo.

Casas domóticas

La tecnología del hogar que nos ayuda a controlar nuestra calidad de vida se conoce por el nombre de domótica. Vuelve nuestra vida mucho más fácil, ya que mediante procesos tecnológicos podemos automatizar muchas funciones de nuestra propiedad. Por ejemplo, aumentamos la seguridad, optimizamos nuestros consumos y controlamos la temperatura de manera constante y eficiente. Mediante una instalación simple, podremos empezar a disfrutar de casas tecnológicas que nos faciliten mucho el día a día en casa. También podemos gestionar nuestro tiempo libre y aprender a conectarlo con otros servicios, como alarmas de seguridad.

Edificios inmóticos

Los equipos o sistemas de inteligencia automatizados para controlar los edificios se denominan BAC. Estos nos ayudan a controlar de forma efectiva todos los espacios y todas las utilidades que tengamos dentro de los mismos. Por ejemplo, la calefacción, la ventilación, los sistemas de refrigeración y de agua, las luces, etc. Gestionar grandes edificios mediante esta técnica de tecnología avanzada es mucho más eficiente y cómodo. Sus ventajas se aprovechan ya en edificios públicos y privados de grandes dimensiones.

En definitiva, está claro que la tecnología domótica y la inmótica de una casa inteligente o de los edificios públicos forma parte de nosotros. Como sociedad, tenemos que comenzar a ver la normalidad en los edificios inteligentes. No solo nos aportan más seguridad, sino que nos ayudan a generar menos contaminación y a ser más eficientes como usuarios. Por todas estas razones, no solo debemos apostar por su uso, sino aprender a diferenciar por qué las podemos aplicar en unos lugares u otros. Y, por supuesto, cuántas funciones podemos automatizar para mejorar nuestros consumos y reducir nuestro impacto negativo en el medioambiente.

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